Mis meridianos quiebran
las latitudes de tu inocencia.
Recorro tus accidentes
con el poder de una
catástrofe.
Tus límites no frenan
las pautas de este tratado:
es que, mientras el mundo
muera de a poco,
saborearé
cada instante de tu paz.
Anamá
las latitudes de tu inocencia.
Recorro tus accidentes
con el poder de una
catástrofe.
Tus límites no frenan
las pautas de este tratado:
es que, mientras el mundo
muera de a poco,
saborearé
cada instante de tu paz.
Anamá
1 comentario:
El poema es excelente...
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