Un gusto a lluvia en la garganta espesa.
Ojos grises del pasado escupiendo
aquel sueño loco y libre que cambió
de tiempo, de lugar y de dueño.
Una simple melodía matutina basta
para alcanzar el ocaso del sol herido
hundiéndose en el horizonte infinito
de un olvidado presente y de un futuro que
ya pasó
Voces murmuran a los lejos. . .
Pensamientos que caen con la llovizna.
Noche de algún último aliento desesperado.
Mañana oscura bajo una alfombra terrenal.
Marco Augusto
papatono22@yahoo.com.ar
jueves, 18 de octubre de 2007
“. . .”
Publicado por Sergio Guillermo Fernández en 22:58
Etiquetas: FOSCA Nº 2
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